Reivindicar la Memoria Histórica, una cuestión de «dignidad democrática»
El catedrático de Derecho Constitucional Marc Carrillo defendió ayer el deber de “reivindicar y reparar” la memoria histórica como una “cuestión de dignidad democrática” no sólo con las víctimas del franquismo, sino con “la sociedad”. Para Carrillo, “el argumento de no reabrir viejas heridas o es una sandez o es la expresión de una interesada finalidad de cubrir las vergüenzas de un entorno personal de obsceno pasado”.
El plural.com | 31 de enero de 2007
“Revindicar y reparar la memoria (histórica) no es construir una verdad desde el Estado, es civismo de la libertad”, señaló Carrillo en un artículo de El Periódico, en el que aboga por restituir la memoria “para que el olvido no siga propagándose en nuestra frágil cultura democrática”. Para Carrillo, es importante defender la Ley de la Memoria Histórica como medio para reparar la “libertad perseguida, torturada y asesinad de quienes tenían el coraje de defenderla en la épocas del cólera”.
Reparar la memoria de la libertad
El catedrático indicó que “viene bien rememorar el pasado a fin de reparar la memoria de la libertad en tiempos de silencio” ya que conocer ese pasado “es una cuestión de dignidad democrática para con las víctimas de la dictadura franquista pero, sobre todo, es una apelación a la dignidad democrática de la sociedad”.
Los abogados de Atocha
Carrillo se refirió también al 30 aniversario de la supresión del Tribunal de Orden Público y del atentado de Atocha contra cuatro abogados laboralistas de CC.OO., dos “hechos muy significativos del pasado colectivo” sucedidos en enero de 1977. El catedrático recordó el acto homenaje a los abogados asesinados que presidió José Luis Rodríguez Zapatero. A su juicio, fue “un acto de dignidad democrática que le honra y que merece el máximo respeto y consideración”.