Nazanín Amirian / Rebelión | 19 de noviembre de 2007

Los comunistas exiliados iraníes en España nunca olvidaremos el trato afable, solidarios, abierto y generoso del “camarada Gregorio” que nos recibió con fuertes abrazos, allá en la década de los 80 cuando aun no habíamos descansado de la represión del régimen despótico de Reza Pahleví, El Sha, y tuvimos que enfrentarnos con una dictadura religiosa.

Nos contaba que había compartido piso y mesa con varios miembros del comité central del Tudeh, el partido Comunista de Irán, en los años que Franco y el Sha coincidieron en el ejercicio de su tiranía y caciquismo.

Pudimos ver sus lágrimas cuando le informamos de la ejecución de cientos de militantes comunistas, y también de aquellos compañeros suyos en tierras lejanas, muchos ya ancianos, a manos de la teocracia religiosa.

Seguiremos tu camino Raimundo, más allá de pertenecernos a diferentes espacios geográficos; nos une el esfuerzo por construir un nuevo mundo: sin hambre, sin guerras y libre de injusticias.

¡Siempre estarás en nuestros corazones y nuestras mentes!

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