El recorrido entre el Puerto de Alicante y la antigua ubicación del campo de los Almendros congregó a políticos, asociaciones e intelectuales

Helena Vicente / Información.es | 2 de abril de 2007

M ás de 1.500 personas se unieron la mañana de ayer en el Puerto de Alicante para llevar a cabo una marcha cívica que emulaba a la que llevaron a cabo los republicanos que no pudieron escapar de Alicante con la inminente llegada de las tropas franquistas, que finalizó en el campo de los Almendros.

Los sindicatos, diferentes asociaciones, Esquerra Unida, algunos miembros del PSPV-PSOE, miembros de la Comisión Cívica para la Recuperación de la Memoria Histórica y ciudadanos a título individual participaron en esta marcha llenándola de colorido rojo, amarillo y morado a través de camisetas, gorros y banderas republicanas. En algunas de ellas podían verse fotografías antiguas de familiares caídos.

La visión desde la carretera hacía volar la imaginación y, con la Cantera de fondo, era fácil cambiar el trazo de los edificios y ver a aquellos hombres, mujeres y niños republicanos que no pudieron alcanzar el exilio y que arrastraban los pies hacia el dolor y el sufrimiento de un campo de concentración aquel primero de abril de 1.939.

Una vez en el campo de Los Almendros se llevó a cabo un acto en el que miembros de la Comisión trasladaron a los asistentes la reivindicación que continuaba haciéndose, «aún después de 30 años de democracia en favor de la memoria histórica». La Comisión reclama un memorial en el campo de los Almendros y un monumento al alicantino Eusebio Sempere en el Puerto de Alicante para homenajear y guardar un recuerdo por todas aquellas personas que tanto sufrieron como consecuencia del franquismo.

Enrique Cerdán Tato, miembro de la Comisión, explicó que «hemos dirigido a la Autoridad Portuaria todos los trámites pertinentes y la respuesta es el silencio. Queremos denunciar que es un silencio cómplice contra la democracia. Queremos un homenaje a nuestros muertos».

Por su parte, el historiador alicantino y miembro de la Comisión Francisco Moreno Saez ofreció a los asistentes una perspectiva histórica que ilustraba la dura situación que tuvieron que atravesar muchos republicanos alicantinos.

También habló Ángeles Espí, una de las mujeres que consiguió zarpar en uno de los barcos y escapar a la tragedia.

Los aplausos y las consignas agitaron durante todo el acto los corazones de los asistentes, cuya emoción era visible. Gente de todas las edades, artistas, escritores, políticos y ciudadanos en general no quisieron olvidar y arroparon ayer a la Comisión en la marcha cívica como reivindicación para que haya un recuerdo de las víctimas del franquismo, las que estuvieron en el Puerto y en el campo de los Almendros. Pero, de momento, lo único que hace rememorar todo aquello es el último almendro que queda para hacer honor al nombre del antiguo campo de concentración, que sobrevive gracias a los amorosos cuidados de una vecina.

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